Aceptar el estímulo: tres formas clave de impactar vidas

Una de las fuerzas más poderosas en nuestras vidas es el ánimo. El estímulo es tan importante porque cambia la vida. No solo para la persona que lo recibe… sino también para el que lo da.

Hay tres formas clave de aceptar el estímulo en su propia vida:

-Dar ánimos a los demás.

-Aceptar el aliento de los demás.

-Creyendo en ti mismo.

1. Dar ánimo a los demás.

Uno de los consejos más importantes que doy a las personas es que no dejen pasar la oportunidad de animar a otros. Tus simples palabras de aliento pueden tener un efecto profundo en la vida de alguien.

Cuando animas a las personas, les estás dando una razón para perseguir su meta o su sueño. Estás diciendo que «lo entiendes». No es una quimera que han tenido dando vueltas en sus cabezas. Es real. Luego, cuando se les presenta la oportunidad de brillar, tienen la confianza para seguir adelante e ir a por ello.

Con solo mostrar tu apoyo a alguien, puedes ser el que abra la puerta al sueño de una persona. Si ves a alguien con un gran talento, indícalo y levántalo. Si has aprendido algo, compártelo. Algunas personas temen que si brindan su experiencia a personas que pueden estar en un camino similar, perderán sus propias oportunidades para ellos. Sin embargo, muy a menudo, encontrarás que el bien que das volverá a ti. Pero, no dejes que esa sea tu motivación para animar a alguien. Hazlo porque es lo correcto.

2. Aceptar el aliento de los demás.

¿Alguna vez has oído hablar de personas que «no pueden aceptar un cumplido»? De alguna manera les incomoda que les digan que sobresalen en algo, que son personas con algo especial que ofrecer al mundo. Hay muchas razones diferentes para esto. Pueden sentir que son indignos, o que reconocer este tipo de estímulo sería mostrar egoísmo.

Sin embargo, es importante ser capaz de aceptar el aliento de los demás. Te lleva por el camino de creer en ti mismo para lograr esos objetivos. Hay algo más de lo que quizás no te hayas dado cuenta cuando aceptas el estímulo: no se trata solo de ti. Cuando acepta el aliento de los demás, también les está mostrando afirmación.

A modo de ejemplo, he conocido a algunos músicos que tienden a desviar los cumplidos sobre una interpretación, simplemente porque una o dos cosas no funcionaron a la perfección, o porque son duros consigo mismos. Los fanáticos no se dieron cuenta de esas pequeñas cosas que los artistas sentían que hacían o no hacían… o que no eran tan importantes para ellos. Les afectaron las canciones o los artistas y querían decirlo. En lugar de aceptar elogios sinceros, algunos artistas responderían criticando o restando importancia a sus talentos.

Hay un par de problemas con esto. Cuando reaccionas de esta manera, en cierto sentido le estás diciendo a la gente que sus pensamientos no tienen ningún efecto sobre ti. Eso puede ser frustrante y decepcionante para la persona que trata de animarte. Después de un tiempo, las personas pueden decidir que ya no tiene sentido porque su mensaje no se está transmitiendo. Con el tiempo, es posible que dejen de intentarlo por completo… y usted pierda el gran tesoro del estímulo.

La modestia es un rasgo admirable, pero asegúrate de no llevarla al extremo. Acepta el aliento que la gente te da como el regalo que es. Hacer esto te bendecirá a ti y al donante… una verdadera situación en la que todos ganan.

3. Creer en ti mismo

Ahora podrías preguntarte, ¿creer en ti mismo no es lo mismo que aceptar que te animen?

Realmente no.

Uno tiene que venir antes que el otro. Si no vas a aceptar el estímulo, es muy difícil creer en ti mismo, ¿no es así? El estímulo que se te da es externo. Una vez que realmente lo hayas aceptado y absorbido, y lo hayas reconocido como verdadero, entonces estarás en camino de creer en ti mismo. A veces, eso es difícil de hacer cuando te enfrentas al rechazo, te encuentras con obstáculos y las cosas no salen como esperabas… todavía.

En el fondo sabes por qué estás haciendo lo que estás haciendo. Tienes un talento dado por Dios, un llamado o un mensaje. Confía en ello. Las cosas no siempre suceden en nuestro horario… o exactamente en la forma en que las planeaste. Muchas veces, es esa cosa que sale del jardín izquierdo. Alguien vio el enlace de su sitio web en algún lugar extraño, o alguien se enteró de usted en algún lugar u otra persona… tal vez una vía de la que nunca estuvo al tanto.

Hay una manera emergente y poderosa de abrazar y aceptar el aliento y creer en ti mismo: asociarte con alguien que pueda mostrarte un espejo de tus pensamientos, planes y metas. En el proceso de esta dinámica, se te pueden revelar posibilidades de las que no te habías dado cuenta, o de las que no habías pensado porque podrían haberse quedado atrapadas en tu superficie en algún lugar, o no se habían visto con ojos frescos antes. Para usted, podría ser hacia dónde se dirige con su trabajo, cómo comunicar lo único que es, cómo obtengo esta oportunidad, etc. Cuando se afirma, es fortalecedor. Y entonces, se vuelve contagioso. Se siente tan bien recibirlo, que en poco tiempo quieres que los demás se sientan como tú, y entonces empiezas a dárselo a los demás.

Espero que en estos conceptos haya encontrado algo con lo que pueda relacionarse en su propia vida, como dador o receptor de ánimo.

© 2005 Wendy Vickers

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